Nació en Cornudella de Montsant (Tarragona) el 16 de noviembre de 1914, hijo de Joan Baptista y de Dolors, originarios de las tierras de Lleida. Además de dos hermanastras de parte de la madre, casada en segundas nupcias, tuvo dos hermanos, Enric y Ramón.
A los pocos meses de su nacimiento la familia se trasladó a Sentmenat (Barcelona) donde su padre trabajó en una fábrica textil, pero, a causa de las dificultades económicas y de salud del padre, pronto regresaron a Cornudella. Dedicados a la agricultura, Escuer, desde muy pequeño, aunque tenía aptitudes para el estudio, tuvo que contribuir al sustento familiar con diversos trabajos hasta que aprendió el oficio de herrero.
Vivió con el entusiasmo de la juventud la proclamación de la II República y fue forjando su consciencia de clase y la práctica política. El 1 de julio de 1934 se incorporó a un largo Servicio militar de dos años y, por su habilidad con la trompeta, fue destinado a diferentes bandas de la guarnición de Tarragona, donde vivió los hechos del 6 de octubre en Asturias y Catalunya. Las diferentes actitudes de sus superiores militares fueron una escuela para él, tanto a nivel de crecimiento personal como de aprendizaje.
Una vez licenciado, a principios de julio de 1936, regresó a Cornudella pero pocos días después del levantamiento militar se incorporó con su quinta al ejército, al Regimiento de Infantería 15 de Tarragona, hasta que fue destinado, en el mes de octubre, al 2º Regimiento de Infantería del Ejército Popular de la República, período en el que ingresó en el PSUC. Con su Batallón, “Tarraco”, combatió en diversos frentes en Madrid hasta que a finales de 1937 ingresó en la Escuela Popular de Guerra de Paterna (Valencia), donde obtuvo la graduación de capitán. Participó en acciones en el frente de Balaguer y en la batalla del Ebro, después de la cual fue nombrado responsable de la nueva Escuela de Cabos de la 226 Brigada Mixta. Disuelta a causa de la ofensiva fascista se incorporó a diferentes posiciones. Fue herido con levedad a mediados de enero y lo evacuaron al Hospital de Sangre de Molins de Rei, para ir retrocediendo hasta Barcelona.
Formó parte de los grupos de soldados que iniciaron el camino de retirada hacia Francia, atravesando la frontera el 6 de febrero. Inició el periplo de internamiento en diferentes campos (Argelers, Agde, Barcares, Saint Cyprien, Sepfonds) y su enrolamiento forzoso a la 218 CTE en enero de 1940, fue destinado a trabajar en una fábrica de pólvora cerca de Burdeos. Con la caída de Francia y la descomposición de las CTE diversificó el destino de los republicanos. Escuer se dirigió a Toulouse donde fue detenido y enviado a los campos de Bram y Argelers. Pronto quedó adscrito a la 142 GTE como herrador de caballos en la Colonial Francesa de Rivesaltes, hasta que cambió a la 645 GTE, donde encontró a su hermano Enric, y trabajó en el mantenimiento de un depósito de armas y en trabajos agrícolas.
A mediados de setiembre de 1940, con un grupo de republicanos, fue enviado cerca de la Ciudad de Rouen, donde pasaron a manos de la Gestapo. Unos 800 españoles fueron destinados a Lorient para trabajar en la construcción de la base submarina de Saint-Nazaire, integrados a la organización Todt.
Pronto entró en contacto con miembros de la Resistencia y Escuer cayó en una redada iniciada en París el 27 de junio de 1942 por la policía de Vichy y la Gestapo y que comportó la detención de 135 españoles. En la prisión de Nantes conoció a una chica española también detenida, Constanza Martínez Prieto, de Madrid, quien más adelante seria su mujer. Después de estar prisionero en La Santé de París hasta el 3 de diciembre de 1943, cuando fue juzgado, junto con un grupo de más de 70 españoles, y condenado a 18 meses de prisión, que tenía que cumplir en la prisión de Tourelles. El 6 de mayo de 1944 la Gestapo trasladó un grupo a la prisión de Fresnes y después al campo de Compiegne, hasta que el 18 de junio que fueron enviados hacia Dachau, en uno de los convoy más numerosos, 2.319 hombres, de los cuales 162 eran españoles; en un viaje lleno de penalidades que provocó numerosos muertos.
Deportado a Dachau con el nº de 74181 como preso político, pronto fue trasladado al subcampo de Allach y destinado al trabajo esclavo a la construcción de una fábrica de aviación, hasta que fue trasladado al túnel del sub-campo de Merkich donde había instalada una fábrica de motores de avión. Retornado a Allach fue encadenando diferentes trabajos que, junto a las dolencias provocadas por la mala alimentación y los castigos, afectaron su salud.
El 28 de abril los americanos liberaron Dachau pero su comando, en el pueblo de Deggendorf, no fue libre hasta el 2 de mayo.
El 15 de mayo fue repatriado en tren hacia Nancy y París, donde permaneció alojado en el Hotel Lutétia y se reencontró con Constanza Martínez. Ambos rehicieron su vida en Saint-Denis, donde Joan trabajaba de Herrero y con Constanza mantuvieron una militancia activa en su partido, el PSUC, y criaron a sus dos hijos.
En 1972 regresaron a España y se instalaron en Sentmenat, desde donde contribuyeron a la reorganización de su partido y a la vez se convirtieron en miembros infatigables de la Amical de Mauthausen y otros campos, en su labor de divulgación.
Desde 1992 y hasta el 2002 Joan fue presidente de la Amical de Mauthausen y otros campos, a la que siguió vinculado hasta el 2004, año de su muerte.
Fuente: Memorias de un republicano español deportado al campo de Dachau, 2007, Barcelona, Ed. Amical de Mauthausen